martes, 1 de marzo de 2011

Love letters

Carta a mi profesora (3º de Primaria) (incluidas faltas de ortografía)

Querida señorita María:

E decidido escrivirla una carta, porque creo que deberiamos casarnos dentro de unos años, cuando mi madre me deje. Me gusta mucho señorita, es mas guapa q las demas niñas y es muy buena conmigo, lo q me ace pensar q yo tambien le gusto a usted.
A mi amigo Lucas tambien le gusta, pero creo q yo tengo mas posibilidades. de todas formas si no se decide entre los dos, emos pensado en acer un campeonato de pokemon con la DS, y kien gane se casara con usted.
no se preocupe por el dinero, porque mi padre tiene dos coches y me va a dejar uno cuando crezca un poco mas.
su leal servidor Víctor.
posdata: lo de leal serbidor se lo he preguntado a mi madre, y dice q eso se pone en las cartas de amor.


Carta para alguien de nuestra edad

Hola Emma:

Sé que esto no es muy usal estos días, pero tenía ganas de escribirte una carta. Además, una vez me contaste que te gustaría que algún chico te escribiera una carta como las de antes, así que aquí me tienes.
Hay veces que no puedo expresarme bien cuando te veo frente a mí, me gustaría poder decirte lo que siento, pero me avergüenza, por eso me resulta más fácil decírtelo por carta. Allá voy:

Llevamos tres meses saliendo, y aunque no te lo diga, son los mejores tres meses de mi vida. Ahora mismo siento que te he estado esperando desde hace mucho tiempo. De hecho, no me explico cómo he pasado veinte años sin conocerte, se me hace difícil de creer. No creo que pueda olvidarme de la primera vez que te vi, cuando tu novio en ese momento, nos presentó. Algunas veces hemos comentado la sensación que tuvimos al hablar, como si estuviéramos conectados de alguna manera, como si puediésemos saber lo que el otro piensa o quiere decir con una mirada. Fue fácil pasarnos la noche charlando mientras tu novio se dedicaba a beber copa tras copa y a hacer el loco por ahí. Aún hoy se lo agradezco. Desde ese instante, gradual, pero intensamente, te has ido acomodando en mi pecho sin deseo de salir.

Quiero darte las gracias por hacerme feliz. Sólo espero que yo también sea capaz de hacerlo por ti.
Te quiero... Quizá no lo diga a menudo, pero nunca lo dudes.

Samuel.


Carta para alguien con cuarenta

A mi querida Sofía:

Quien hubiese pensado que me aceptarías entonces. Te esperaba con un ramo de flores empapado y sin paragüas aquel 9 de mayo del 83. Te estuve esperando cerca de una hora, ¿te acuerdas? Pensaba que me habías dado plantón. Pero entonces apareciste, y me tapaste con tu paragüas. Tus palabras exactas fueron: "Te debo gustar mucho para haberme esperado una hora sin moverte, por más lluvia que cayese." Y mi contestación tartamuda, no sé si por los nervios o el frío que tenía: "S... Sí..." Te acercaste más a mí, y me besaste. "Esto no quiere decir que me gustes, ¿eh? Es sólo que me apetecía hacerlo." No creo que pueda olvidarlo. ¿Cuánto tiempo seguiste haciéndote la dura? Siempre me tenías en vilo, incluso después de llevar un año saliendo, seguía pensando que en cualquier momento podía "apetecerte" irte con otro.

¿Quién diría que aguantaríamos tanto tiempo juntos? Que nos casaríamos, que tendríamos hijos. Quién hubiese dicho que la hippie Sofía, la que soñaba con el amor libre, la que pensaba en irse a vivir a Ibiza, me elegiría para ser el compañero de su vida. Me siento afortunado por haber ganado la batalla a todos tus otros sueños.

Gracias por seguir a mi lado estos veinte años. Gracias por darme una familia a la que amar.
Te quiero, mi amor.

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